COMUNICADO
DEL PUEBLO CREYENTE
EN
EL OCTAVO ANIVERSARIO DE LA PASCUA DE JTATIC SAMUEL
“¿No
sería una oportunidad de que reflexionaran más bien los indígenas
sobre sus propias situaciones y problemas?”
(Jtatic Samuel Ruíz, Congreso indígena de 1974).
A
la opinión pública
A
las diferentes creencias religiosas
A
los gobiernos estatal y federal
A
los medios de comunicación
A
los hombres y mujeres que construyen la paz.
¿Quiénes
somos?
Somos
pueblos indígenas, somos mestizos-mestizas, no somos esclavas ni
esclavos, somos sujetos constructores de nuestra historia, vivimos y
luchamos por una vida comunitaria que busca el “Lekil kuxlejal”
(Buen vivir) que propone una cultura de vida para toda la sociedad,
“buscando dar un
impulso significativo a la reconciliación, la unidad, la paz y la
justicia…”
(Plan Diocesano de Pastoral # 271). Somos pueblo creyente porque
tenemos fe en el Dios de la vida.
A
50 años de Medellín recordamos estas palabras: “Ningún
sector debe reservarse en forma exclusiva la conducción política,
cultural, económica y espiritual. Los que poseen el poder de
decisión han de ejercerlo en comunión con los anhelos y opciones de
la comunidad…”
(Mensaje del Papa Pablo VI a la II Conferencia del CELAM, 6 de
septiembre de 1968).
Dolores
y sufrimientos de nuestros pueblos
A
primera vista en nuestro país todo está calmado según las
autoridades, pero en realidad los pueblos son los que palpan y sufren
las situaciones de injusticias, atropellos, corrupción e impunidad
de las autoridades junto con amenazas, violencia, desplazamientos
forzados de las comunidades que son divididas desde afuera.
También
hay falta de empleo, bajos salarios, alza de precios de los productos
básicos, inseguridad, reclutamiento de personas para grupos de
delincuencia organizada y trata de personas, lo cual produce la
migración del campo a las ciudades, a otros estados de la república
o a Estados Unidos y Canadá, con lo que se provoca una
desintegración familiar con sus fatales consecuencias. Estamos
además inmersos en una sociedad que nos hace caer en el consumismo,
produciendo el aumento de basura y contaminación.
Hay
un sistema educativo deficiente y manipulado por los poderosos, lo
mismo que un sistema de salud deficiente con hospitales abandonados,
falta de atención médica general y de especialistas, falta
medicinas en muchas comunidades y cabeceras municipales. La gente
pobre no cuentan con ninguna protección de salud, por lo que tienen
que pedir préstamos para buscar la salud de sus enfermos por lo cual
caen en deudas a veces impagables.
En
las comunidades mucha inseguridad: asaltos, robos, secuestros,
asesinatos de personas, vuelos nocturnos de helicópteros y
avionetas, los enfrentamientos del crimen organizado que atentan
contra la vida del pueblo; la violencia que se vive en las
comunidades y pueblos.
También
hay empresas transnacionales y nacionales, así como caciques que
provocan contaminación y destrucción de los recursos naturales:
tala de árboles, minería, acaparamiento y privatización del agua y
los humedales; promoción de monocultivo de palma africana y hule que
está afectando la salud. Las fumigaciones en nuestros cultivos sin
permiso y también por la modificación de nuestras semillas
criollas, de parte de Monsanto.
Responsables
de estos dolores.
Los
dolores y sufrimientos del pueblo tienen como causa el sistema
económico neoliberal que trae muerte, destrucción y despojo. A
pesar de la esperanza que algunos pueblos tienen en el nuevo
gobierno, nosotros y nosotras vemos con preocupación que se están
fortaleciendo las estructuras de poder que han mantenido la
dominación y el despojo de nuestras comunidades.
Como
parte de este sistema la marina, el ejército y los paramilitares
provocan violencia y no hay seguridad en nuestras comunidades.
Exigencias
-Exigimos
la solución inmediata en los lugares de conflicto como
Chenalhó-Chalchihuitán; Santa Martha-Aldama; Chabajebal y Amatán.
-No
a la militarización y paramilitarización en las comunidades que
genera violencia, inseguridad, violación a las mujeres y muertes
impunes.
-No
a los grupos de poder que son parte de la delincuencia organizada.
-Exigimos
la liberación de los presos políticos.
-No
a la desaparición forzada de representantes que luchan para el bien
común.
-Alto
a las amenazas y persecuciones contra servidores y servidoras:
catequistas, sacerdotes, religiosas, misioneras y laicos, de
diferentes parroquias que luchan por el bien del pueblo.
-Nos
pronunciamos en contra de la legalización de las drogas, la venta
indiscriminada de alcohol por el aumento de cantinas y depósitos de
cerveza y licor; la proliferación de la prostitución en nuestras
comunidades y el narcomenudeo en las secundarias y preparatorias.
-Exigimos
nuestros derechos como pueblos originarios para que respeten nuestras
costumbres y culturas de vida.
-No
a los megaproyectos que son estrategias de la guerra de baja
intensidad, manteniéndonos desorganizados, llenos de conflictos y
que generan despojo (represas hidroeléctricas, autopista San
Cristóbal-Palenque; tren Maya, minería).
-Exigimos
la cancelación definitiva de la presa Itzantún.
-No
al proyecto de gobierno “sembrando vida”, es un proyecto que
engaña a la gente.
-Rechazamos
la nueva reforma agraria que trae más destrucción a los campesinos
y ejidos.
-No
más impuestos, ni aumento de tarifas de la energía eléctrica y de
la gasolina.
-No
al comité de asesores de empresarios del presidente de la república.
-No
a la guardia nacional.
Propuestas
-Como
Pueblo Creyente queremos seguir adelante en el proceso de liberación
de los pueblos.
-Queremos
un cambio real en nuestras comunidades
-Queremos
hacer conciencia en el respeto a la Madre Tierra: buscando formas y
acuerdos dentro de la autonomía de nuestros pueblos y familia para
evitar la tala indiscriminada de árboles y la contaminación
-Queremos
seguir trabajando en el cuidado de la Tierra y el Territorio.
-Luchamos
por la vida digna contra el sistema económico-político de muerte.
-Seguiremos
unidos y unidas en nuestras zonas y parroquias para seguir haciendo
nuestros trabajos de la lucha y la resistencia, apoyados con la
Palabra de Dios, las oraciones y ayunos y con voz profética.
En
este octavo aniversario de la Pascua de jTatic Samuel, agradecemos a
Dios padre-madre que él está vivo en el corazón del pueblo y de
las comunidades. Nos sigue fortaleciendo para denunciar las
injusticias que vive nuestro pueblo.
Reconocemos
el trabajo de los misioneros y misioneras en toda nuestra diócesis y
celebramos los 60 años de la misión de Bachajón.
Agradecemos
a Dios padre-madre que nuestro obispo Rodrigo está caminando con el
pueblo que camina y busca su liberación.
Como
Pueblo Creyente nuestra madre es la virgen de Guadalupe, que llega a
dar consuelo al pueblo indígena oprimido. Como Juan Diego y Jtatic
Samuel eran caminantes nosotros-nosotras, seguimos caminando en la
búsqueda de una vida digna para todo el mundo.
PUEBLO
CREYENTE DE LA DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS
25
DE ENERO DE 2019
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