Diócesis
de San Cristóbal de las Casas; Chiapas, México
15
de agosto 2018
A
los Hombres y las mujeres de Buena Voluntad, creyentes y no
creyentes.
El
presente documento propone visibilizar el problema social ocasionado
por los desplazamientos forzados de que han sido objeto personas de
las parroquias de San Pablo Chalchihuitán y San Andrés Larrainzar.
El problema se acentuó debido a que toda la Región de los Altos de
Chiapas ha sido el escenario de múltiples episodios de violencia y
conflictividad permanente por razones territoriales con
intervenciones de paramilitares. En diciembre 1997, ocurrió la
masacre de 45 personas en la comunidad de Acteal.
Estos
asesinatos y otros incidentes de naturaleza político-territorial son
el antecedente que facilitó que en 2017 grupos civiles armados
encontraran poca resistencia para provocar que más de 5,000 personas
de Chalchihuitan y Chenalho huyeran de sus hogares y se refugiaran en
las montañas y en 2018 habitantes de Aldama y Chenalho vivieran la
misma situación de desplazamiento.
Actualidad
El
conflicto ha escalado hasta el punto en el que al día de hoy 15 de
agosto de 2018 aún existen cerca de 1,450 personas desplazadas, unas
4000 personas retornadas, pero que aún no han podido regresar a su
vida normal y los desplazados están organizados en 10 campamentos
que requieren de servicios básicos, alimentación, refugio, salud y
artículos de higiene personal para subsistir en espera de una
resolución.
Quienes
han tratado de volver a sus hogares, no lo han logrado debido a que
son objeto de disparos disuasivos y amenazas que los obligan en
última instancia a regresar a los campamentos, se puede decir con
seguridad que la población actual de los campos de desplazados está
formada principalmente por ancianos, mujeres, adolescentes y niños
pequeños.
Población
de los municipios de Chalchihuitán, Aldama y Chenalho atraviesa por
una situación general de desabasto de maíz debido no pudieron
sembrar la torna-milpa como acostumbran hacerlo en los meses de
octubre, noviembre y diciembre y existen reportes de que las parcelas
de los desplazados ya son ocupadas por quienes los desplazaron.
Los
daños al modo de vida de estas personas podrían ser permanentes,
hoy no tienen acceso a sus campos de cultivo, y en consecuencia, no
pueden trabajar y generar ingresos para sus familias, así que los
problemas de salud y nutrición son ya una lastimosa parte de su
realidad diaria.
Esto
también pone presión sobre el ya de por sí empobrecido tejido
social estos municipios; las condiciones de las personas desplazadas,
sus necesidades y sus limitaciones económicas provocan que incluso
quienes no fueron desplazados han sido afectados.
Se
requiere de apoyo para fortalecer los procesos resilientes que está
viviendo la población desplazada y retornada. Concepto de
resiliencia (Aún en las peores condiciones las personas tenemos la
posibilidad de superar situaciones no sólo para sobrevivir sino
también para prosperar).
El
esfuerzo de recuperación de la vida familiar y comunitaria, está
siendo acompañado por la PASTORAL SOCIAL, CARITAS DE LA DIOCESIS DE
SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS Y ORGANIZACIÓNES DE LA SOCIEDAD CIVIL;
comprometidas con la paz, motivadas por la solidaridad y con una
relación de cercanía con la población afectada construida a través
de años de acompañamiento y búsqueda de alternativas para el
crecimiento comunitario.
“La
violencia en México es un problema sistémico, que empieza en el
momento en que somos indiferentes ante ella”.
“La
solidaridad y la cooperación son actitudes clave para resolver los
problemas que la violencia ocasiona”.
“Todos
podemos revertir este estado de violencia, si decidimos actuar”.
Apoya
- Conoce - Comparte - Concientiza - Dona - Presiona
Descripción
de la Metodología 1. Las familias desplazadas o retornadas que
necesitan maíz, se organizan por comunidad, hacen una lista con
nombre del jefe o jefa de familia y la cantidad de maíz que
necesitan de manera mensual según los miembros de las mismas.
2.
Juntan un % de dinero que acuerden por comunidad.
3.
Presentan la solicitud de manera comunitaria.
4.
Se organiza la compra con campesinos locales y se entrega el maíz en
cada comunidad.
5.
Con él dinero recaudado se hace una siguiente compra y entrega de
maíz, así hasta que se supere la necesidad o termine el recurso.
6.
Se evalúa de manera mensual para corregir errores a tiempo.
Reflexionemos
El maíz es el alimento básico para estos pueblos originarios, con
ellos elaboran: tortillas, tamales, tostadas, bebidas frías y
calientes.
¿Sabes
que sólo necesitamos $10.00 pesos para comparar un kilo de maíz? Y
apoyar a familias desplazadas y retornadas de Los Altos de Chiapas
¡Hay
un camino para resolver este problema de alimentación! ¿Nos quieres
ayudar?
Lo
puedes hacer de dos maneras:
Primero:
ayudando a difundir esta información en redes sociales, con tus
conocidos, amigos y familiares; necesitamos que el mundo sepa que en
México hay desplazados.
Segundo:
si puedes, ayúdanos también donando en la cuenta bancaria de
Cáritas de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas A.C.
BANORTE
Número
de cuenta: 0642624985
Clave
interbancaria: 072130006426249855
TITULAR:
CARITAS DE SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS A.C.
Por
favor envíanos tus datos fiscales para la comprobación necesaria a:
caritas@caritasancristobal.org y caritasancristobalchiapas@gmail.com
''Toda
persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de
calidad. El Estado lo debe garantizar.” Los artículos 4° y 27°
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
reconoce este derecho a la alimentación.
F
R A T E R N A L M E N T E
Norma
Medina Sandoval
Directora
de Caritas de la Diócesis
de
San Cristóbal de las Casas
Pbro.
Marcelo Pérez Pérez
Coordinador
de la Pastoral Social Diocesana y Provincial
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