Declaratoria del Movimiento en defensa de la tierra, el territorio y por la participación y el reconocimiento de las mujeres en las decisiones.
Al
pueblo de México y el mundo
A
las y los defensores de derechos humanos no gubernamentales
A
los Medios Libres e Independientes y de comunicación en general
A
l@s compañer@s adherentes a la Sexta Declaración de la Selva
Lacandona
A
las Juntas de Buen Gobierno y al Ejército Zapatista de Liberación
Nacional
A
la sociedad civil
Del
6 al 7 de marzo, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, nos
reunimos organizaciones, grupos, comunidades e individuos y nos
constituimos como Movimiento
en defensa de la tierra, el territorio y por la participación y el
reconocimiento de las mujeres en las decisiones.
Participamos cerca de 300 personas, hombres y mujeres provenientes de
diferentes organizaciones, colectivos y grupos del estado, del País
y América Latina.
La
conformación del Movimiento está precedida de años de trabajo de
base con diversos colectivos del Centro de derechos de la Mujer de
Chiapas y de otras organizaciones como la Casa de la mujer Ixim
Antsetik, el Frente Cívico Tonalteco, La campaña contra la
violencia hacia las mujeres y el feminicidio en Chiapas, el Grupo
Tierra del Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica
entre otras. En noviembre del 2014 se realizó un Foro en el cual se
acordó la necesidad de este Movimiento, por lo que nos comprometimos
a consultarlo en nuestras comunidades.
La
Declaratoria del Movimiento reconoce que éste surge como una
respuesta organizada ante un contexto de saqueo y destrucción de
bienes naturales, así como de violencia generalizada ejercida por el
Estado a través de políticas neoliberales y de violencia de género.
Tiene como referente fundamental la lucha autonómica del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional. Además, considera que dado que no
se reconoce ni a nivel comunitario ni jurídico la participación de
las mujeres en la defensa de la tierra y el territorio, es importante
que se camine parejo, es decir, que se exija tanto al Estado como a
los hombres que reconozcan que las mujeres tenemos derechos iguales,
que nuestra palabra cuenta, que nuestras decisiones son importantes,
que también trabajamos la tierra y, por tanto, se debe respetar el
derecho a participar en la toma de decisiones de la vida comunitaria,
territorial y familiar.
El
Movimiento se declara en contra del sistema capitalista neoliberal y
patriarcal porque convierte a las personas en mercancías y provoca
que mujeres y hombres de todas las edades abandonemos nuestras
tierras y familias en búsqueda de trabajos mal pagados, e incluso
corremos el riesgo de caer en las redes de trata de personas.
En
la Declaratoria establecemos once principios que rigen al Movimiento,
los cuales parten de una posición desde abajo, a la izquierda y
desde dentro de nuestros corazones, con una lógica de autonomía,
democracia e independencia del gobierno y partidos políticos.
Rechazamos todo tipo de privatización y despojo de los bienes
naturales de los pueblos y comunidades, esto pasa por rechazar los
programas gubernamentales como PROCEDE, FANAR y Prospera entre otros.
Como
Movimiento nos comprometemos a defender y cuidar la madre tierra,
luchar porque mujeres y hombres tengamos iguales derechos sobre
nuestras tierras y los bienes naturales que ahí se localizan, y
luchar contra todas las formas de violencia hacia nosotras las
mujeres.
Desde
el Movimiento damos nuestra total solidaridad con las comunidades
bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional; a los
familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero,
desaparecidos de forma forzada el 26 de septiembre del 2014; con los
pueblos indígenas y campesinos de Costa Rica, en especial al pueblo
de Salitre; con la lucha del ejido de San Sebastián Bachajón y las
personas que resguardan las cascadas de Agua Azul, en Chiapas;con la
organización barrial autónoma de Cuxtitali y de la ranchería
Huitepec Alcanfores, ambas asentadas en la ciudad de San Cristóbal
de las Casas, ambas por gestionar sus sistema de aguas y no permitir
la administración del gobierno; y con todas las defensoras de
derechos humanos en México.
Volcamos
nuestros principios en el Acta de Xchapel,
que es un acuerdo de constitución para el Movimiento. Este acuerdo
fue asumido por las organizaciones y comunidades convocantes al Foro,
y firmado por cinco acompañantes: Emma Villalba de la Cruz (Red
todos los derechos para todos), Alejandra Bonilla (Red de mujeres
campesinas de Costa Rica), Jorge Santiago Santiago (Fundador de DESMI
A.C), Víctor Hugo López Rodríguez (Director del CDH “Fray
Bartolome de las Casas) y Mercedes Olivera (Antropóloga feminista).
Nuestras y nuestros acompañantes reconocieron la importancia
histórica del Movimiento, que radica en la coincidencia de dolores,
despojos y violencias compartidas en la región latinoamericana, y
que es al mismo tiempo la herencia de los movimientos de mujeres en
la región y el mundo para seguir la lucha contra el desprecio, la
humillación, el despojo que perpetran los de arriba.
Sabemos
que tenemos mucho trabajo por delante, que nuestra lucha es contra el
monstruo del capitalismo, que se haya también en nuestras
organizaciones, barrios y comunidades en forma de división y
machismo. Ante esto decimos que sacaremos fuerzas de nuestro cuerpo,
corazón y lucha, caminando abajo y a la izquierda, allí, donde se
encuentra el corazón.
Convocamos
a otros grupos, organizaciones, colectivos y personas en lo
individual que compartan estos principios a unirse a nuestro
movimiento
¡Con
este Movimiento nos llevamos un compromiso para toda la vida y vamos
a luchar juntas y juntos!
Audios y fotos en el siguiente vínculo
Fotos de la marcha y mítin del 8 de marzo, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas (CDMCH)
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