Los choles de Tila están en la ciudad de México y exigen justicia sobre su territorio. Desinformemonos, 2 de agosto de 2012
Ciudad de México. Llegaron,
recorrieron el centro
de la ciudad de México en una marcha digna, pacífica y
combativa, y se
plantaron frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN), a un
costado del palacio nacional. Son, para ser exactos, 187 hombres
y 27 mujeres,
todos choles del ejido de Tila, ubicado al norte de Chiapas,
pueblo que reclama
una decisión favorable al recurso jurídico que interpuso por el
despojo de 130
hectáreas por parte del gobierno del estado.
La Caravana por la Tierra y el
Territorio fue
recibida en esta ciudad por diversos colectivos de La Otra
Campaña, iniciativa
política de la que es parte el ejido de Tila. La Red Nacional
Contra la
Represión, los campesinos de San Salvador Atenco, un grupo de
sindicalistas de
Telmex, los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas
(SME), el
Frente de Pueblos, entre otras organizaciones, acompañaron la
marcha que partió
del monumento a la Revolución al zócalo capitalino.
El jueves 2 de agosto la SCJN deberá
emitir el
fallo sobre el amparo 259/1982 y el incidente de
ejecución de la
sentencia 1302/2010. Afuera del inmueble estarán los ejidatarios
esperando la
resolución, en silencio, durante todo el día.
La marcha de este 1 de agosto fue
encabezada por
los choles llegados el día anterior en cuatro autobuses. Están
cansados y
cansadas de tantos kilómetros recorridos. Llevan prácticamente
cuatro días casi
sin dormir, pero marchan con gritos combativos, uniformidad y
disciplina. Todos
traen paliacate al cuello, símbolo de la resistencia de los
pueblos de Chiapas,
y algunos portan machetes al igual que sus compañeros de Atenco.
“Estamos aquí porque queremos que se
respete la
legalidad y los derechos de los pueblos indígenas. Venimos a
presentar nuestra
lucha, que es en defensa de la tierra que trabajamos, que
vivimos y nos da de
comer”, afirma uno de los ejidatarios, micrófono en mano, desde
el sonido
instalado en una camioneta frente a la sede máxima de
impartición de justicia
en México.
Simultáneamente, en Tila, marcharon
seis mil
ejidatarios en defensa de sus tierras. El Centro de Derechos
Humanos Fray
Bartolomé de las Casas reportó que la movilización se llevó a
cabo por
las calles de la cabecera municipal y que iniciaron un plantón
frente a
las oficinas del comisariado ejidal para exigir la restitución
de las 130
hectáreas de las cuales fueron despojados en 1980, mediante un
decreto emitido
por el Congreso local.
Esta lucha no es nueva, como
advierten los oradores
frente al palacio de justicia. “Fue un sacrificio y un desgaste
económico y
físico para lograr la tierra desde 1922 y hasta 1961, cuando se
aprobó el plano
definitivo. Nuestros antepasados nos dejaron como herencia las 2
mil 938
hectáreas de terrenos nacionales y 2 mil 466 que estimamos como
tierra
recuperada que nos benefició la revolución de 1910, por lo que
suman un total
de 5 mil 405 hectáreas”.
“La expropiación de estas tierras”,
explica en
entrevista con Desinformémonos uno de los integrantes de
la comisión de
ejidatarios, ”es parte de un proceso de implantación de
proyectos, pues quieren
convertir a nuestro pueblo en atractivo por sus fachadas y sus
costumbres,
quieren utilizar el agua y la cuevas para estos fines”.
Por eso, indica, “venimos a pedir al
gobierno una
respuesta favorable a la expropiación. Nuestros abuelos y padres
lucharon por
estas tierras y venimos a la ciudad de México a defenderlas”.
De aquí, insiste uno de los voceros,
“queremos
llevarnos a nuestro pueblo una resolución favorable. Si así se
diera pensaremos
que si hay justicia para los pueblos. Si se da una resolución
negativa la
asamblea decidirá las acciones siguientes”.
A la Suprema Corte de Justicia llegó
la marcha
encabezada por los principales de la comunidad, quienes
encendieron cuatro
velas correspondientes a cada uno de los puntos cardinales, y
bailaron la danza
de la pluma, tradición de la cultura chol, con los acordes de
los instrumentos
musicales de la región. El copal y el incienso acompañaron los
rezos con los
que piden que su palabra sea escuchada.
Las 130 hectáreas de las que fueron
despojados no
son poca cosa. Ahí se impuso la zona urbana y el fundo legal,
“pero esos
terrenos son ejidales según la resolución presidencial
correspondiente”. En la
zona urbana “hay un mercado de lujo, edificios, centros
comerciales de lujo y
semi lujo, hoteles, jardines y centros colectivos y el templo
que es patrimonio
de los choles, utilizando los derechos de terceros para
propiedad privada”,
señalaron desde Tila.
La resolución de este jueves será
decisiva no sólo
para el pueblo chol de Tila, sino para el resto de los pueblos
indígenas del
país que luchan contra el despojo de su territorio y de su forma
de vida. En
silencio, reiteran, esperarán el veredicto, y después el pueblo
decidirá lo que
sigue.Nota en desInformemonos.
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