Nuevo
Mariscal, Mpio., de Ocosingo, Chis., México
Reunido
los pueblos de la Selva del sureste mexicano en nuestro encuentro
pastoral de la iglesia Ch’ol, donde nos encontramos hombres y
mujeres; Diáconos, Catequista, Principales, coordinadores,
visitadores, musiqueros, abuelos, abuelas, niños, niñas y jóvenes.
Nos
Pronunciamos en contra de todos los males que
aquejan a nuestros
hermanos migrantes: hondureños, salvadoreños, guatemaltecos,
haitianos, y demás nacionalidades que pasan por las cañadas y
veredas de nuestras comunidades de “La Frontera Sur”, como se le
conoce esta zona.
No
estamos de acuerdo con las acciones que hacen los policías
migratorios del Instituto Nacional de Migración, Policías
Estatales, Militares, Marinos, Policías de Tránsito y Policías
Ministeriales, vinculados con los Polleros Traficantes y Tratantes de
personas. Ellos detienen a los migrantes robándoles sus bienes y
lo que traigan de valor; extorsionándolos, golpeándolos hasta casi
matar; violando a las mujeres, o poniéndolas a hacer acciones
inhumanas, obligándolas a prostituirse para pagar su paso por la
frontera.
Hemos
sido testigos de éstas acciones y no soportamos más los injustos
atropellos que cometen. Han violentado la paz social de nuestras
comunidades. Ya no podemos estar tranquilos en nuestras casas, porque
los agentes que hemos mencionado entran a las calle a perseguir a los
migrantes que huyen, les disparan en nuestra cara, separan las
familias que están caminando. Han violado los reglamentos internos
de cada pueblo.
Los
ejidatarios y campesinos que transitan por la carretera para ir a la
milpa nos han dicho que la Policía Sectorial, que se encuentra en el
campamento del Ejido Busil-há, Municipio de Ocosingo, Chiapas,
detiene a los migrantes, o los bajan de las Combis para cobrarles el
paso. No estamos de acuerdo con estos hechos.
No
queremos que las famosas “perreras” del Instituto Nacional de
Migración se estacionen en las entradas de la comunidad, ni ronden
las calles. Ponen en peligro la vida de las personas.
Es
incomprensible que los gobernantes no entiendan o hagan sus oídos
sordos; que el sistema que representan está causando más y más
pobreza. Muchos hombres y mujeres viven en la precariedad, en la
exclusión, en la miseria de la desigualdad; en la más negra y
profunda oscuridad de la pobreza. Como dijo el Papa Francisco: “Hay
que luchar para vivir y, a menudo para vivir con poca dignidad. Hoy
tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la
inequidad. Esa economía mata, mucha gente se está muriendo de
hambre. Como consecuencia de esta situación grandes masas de
población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizonte,
sin salida1”.
Prefieren
migrar superando toda clase de adversidades para una vida mejor.
Desde
lo profundo de nuestro corazón, hacemos un llamado a las
autoridades competentes de los tres niveles de gobierno: Municipal,
Estatal y Federal a los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, a
que NO EXTORSIONEN A LOS MIGRANTES. Ellos, como ustedes y nosotros
son hijos de Dios.
¡¡NINGÚN
SER HUMANO ES ILEGAL!!
ATENTAMENTE
Encuentro
de la Iglesia Ch’ol y Misión Santísima Trinidad, Unión de
Comunidades Indígenas de la Selva de Chiapas, Coordinadora de
Organizaciones sociales CDLI- Xinich’.
1
Exhortación apostólica Papa Francisco, La
alegría del Evangelio, En la Crisis
del Compromiso comunitario.
Fotos: Cutberto García
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