Organización de la Sociedad Civil Las
Abejas
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal,
Ch'enalvo', Chiapas, México.
22
de agosto de 2013
A
las Organizaciones Sociales y Políticas
A
las y los Defensores de los Derechos Humanos
A
los Medios de Comunicación Alternativos
A
la Prensa Nacional e Internacional
A
la Sociedad Civil Nacional e Internacional
A
las y los Adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona
Hermanos
y hermanas:
Hoy 22 de Agosto, estamos reunidos
nuevamente en ésta Tierra Sagrada dónde fueron masacrados 45 hermanos nuestros
más 4 que aún no nacian; hace 15 años con ocho meses que se vivia una tremenda
situacion y un profundo dolor que nos ha dejado una herida incurable, pareciera
que vivíamos en un mundo de infierno por que no había quienes lo podian detener
a nuestros sufrimientos las amenazas, las
represiones que nos hacian los paramilitares
prístas y del partido cardenista. Esas acciones de violencia no las detuvo el
gobierno. Solo se paró la violencia cuando nuestros 49 hermanos y hermanas
derramaron su sangre y cuando la opinión pública nacional e internacional
exigió justicia al gobierno de México. Fue el grito de los mártires proclamando
la verdad y exigiendo justicia y fue la movilización de la sociedad civil que
escuchó ese grito, lo que detuvo la violencia en Chenalhó por algunos años,
hasta que en 2009 la Suprema Corte de la Injusticia de la Nación empezó a
liberar a los paramilitares. Entonces se empezaron a reactivar las semillas de
la violencia, semillas que ya han crecido y ya estamos viendo sus amargos
frutos en lo que está pasando en la Col. Puebla. Los paramilitares han sido
excarcelados poco a poco desde 2009, quizá para tratar de ocultar la verdad
ante el pueblo. El último grupo fue liberado en abril de este año. En ese grupo
iba Jacinto Arias Cruz, único paramilitar de Puebla que fue a dar a la cárcel.
A los pocos días de que salió libre empezaron los problemas en la Col. Puebla.
Desde que empezaron estos
problemas La Sociedad Civil de Las Abejas hemos denunciado que se están
repitiendo los hechos que desembocaron en la Masacre de Acteal. Cada día que
pasa confirma nuestras denuncias y cada día que pasa las autoridades se hacen
sordas y eso mismo hace que se parezca más lo que pasa ahorita a lo que pasó en
1997. En 1997 empezaron a presionarnos para que cooperáramos con los
paramilitares para armarse contra los zapatistas. A los que no aceptábamos, nos
amenazaban, nos golpeaban, nos tenían secuestrados en nuestras propias casas
sin poder comer. Por esa razón teníamos que salir desplazados caminando en la
noche, en el frío, en el agua. Después quemaban nuestras casas, se robaban
nuestras cosechas y destruían nuestras pertenencias. Todo esto ha ido pasando
en la Col. Puebla. Solo faltaba que quemaran casas y se robaran nuestra comida.
Pero ya también esto pasó hace dos días en Puebla: quemaron la cocina
comunitaria de los católicos y su comida ni siquiera se la robaron, simplemente
la tiraron y la ensuciaron. Y además de todo esto ha habido un hecho nuevo de
violencia: el secuestro, los golpes, las amenazas y la coacción contra el Padre
Manuel Pérez Gómez párroco de parroquia de San Pedro Apóstol y Mártir de
Chenalhó.
El martes 20 de agosto desde
varias comunidades de nuestro municipio se vió algo que no se veía desde los
días trágicos de 1997: el humo de las casas quemadas por la violencia
paramilitar marcando como una señal de muerte el cielo de Chenalhó. Nosotros
sabemos leer estas señales de humo. Pedimos a la sociedad civil y a todos
nuestros amigos y amigas que nos escuchan que sepan leer esas señales. Y el
gobierno ¿qué hace mientras tanto? Hace lo mismo que en 1997: en vez de aplicar
la ley y detener a los criminales y delincuentes convoca a “mesas de diálogo”
que son más bien mesas de sordos donde el gobierno firma y hace firmar papeles
mientras los paramilitares siguen tranquilamente su camino de mentiras y de violencia.
En esas mesas de diálogo el
gobierno quiere quitar a los católicos lo que es casi su único medio de
defenderse: denunciar públicamente la injusticia. Y curiosamente ahí coincide
el gobierno con lo que le obligaron a firmar bajo presión y amenazas al Padre
Manuel sus torturadores de la Col. Puebla: que no debía hacer denuncias
públicas.
Nosotros los miembros de la
Sociedad Civil de las Abejas queremos decir que un papel firmado bajo presión y
amenaza no tiene ningún valor, pero además repetimos lo que hemos dicho cada 22
de mes desde el 22 de diciembre de 1997: no nos van a callar. Como dice un
canto de la Diócesis de San Cristóbal que muchas veces ha cantado el coro de
Acteal:
Si callara la voz del
profeta
Las piedrás hablarán
Si cerraran los pocos
caminos
Mil veredas se
abrirán.
No es posible encerrar
la verdad
al espacio que quieren
dejar.
Y sabemos que muchos se van a
molestar. A ellos les decimos:
Venimos a incomodar
Con la fe y compromiso
del pueblo
Su reino va a llegar.
Así
es que vamos a denunciar los hechos de violencia que pasaron en la Col. Puebla
los días de ayer y antier.
Día
20 de agosto.- Un grupo de 4 familias católicas y una familia de la religión
bautista intentaron retornar a su comunidad, sin embargo, un grupo de jóvenes y
niños, que creemos son manipulados por el comisariado y pastor presbiteriano
Agustín Cruz Gómez, les impidieron la entrada al ejido Puebla. Estos jóvenes
violentos, empezaron a tirar piedras a la caravana en donde iban catequistas de
varias comunidades de la parroquia de Chenalhó, medios libres; y que también
iba un delegado del gobierno de Chiapas, el síndico municipal de Chenalhó y una
camioneta de la Policía Estatal Preventiva. Lo que queremos dejar claro, es que
estas autoridades oficiales, no hicieron absolutamente nada, para intervenir el
ataque violento contra la caravana. Y dejaron que en sus propias narices fueran
insultadas las familias que iban a retornar y, sobre todo no se les protegió su
integridad física.
Al
ver este ataque violento, las familias desplazadas, decidieron no retornar, por
el grave riesgo de violencia y, confirmaron que no existe condiciones mínimas
para retornar. Y la situación de
vida de los y las católicas en Puebla se agravó como consecuencia, pues
en Puebla ahora existe un clima de odio y violencia donde nadie puede estar
tranquilo.
Día
21 de agosto.- Después de estos hechos violentos, el Consejo Parroquial de
Chenalhó y el párroco Manuel Pérez Gómez, con el un delegado de gobierno de
Chiapas y el Ayuntamiento de Chenalhó, formaron una comisión para ir a ver la
situación en el ejido Puebla y visitar a los hombres y mujeres católicos.
Cuando llegaron en Puebla el párroco Manuel directamente fue a ver cómo estaban
los y las católicos, pero, los jóvenes paramilitares con la complicidad de las
autoridades ejidales, les molestó que el Padre Manuel fuera a hablar con los
católicos. Estos jóvenes fueron a detener al párroco y entre golpes, empujones
e insultos lo llevaron a encerrar en una letrina, manteniéndolo ahí, por más de
5 horas; y a lado, los jóvenes y niños, insultaban con odio y burla, diciendo
cosas muy feas al párroco; todos estos jóvenes y niños, la mayoría son hijos e
hijas de los paramilitares que actuaron en 1997. Entre sus padres y madres y
las autoridades que no hacen nada para impedirlo se está creando en Puebla un
nido de pequeños paramilitares que amenaza envenenar la vida de nuestro
municipio en muchos años por venir.
Al
percatarse de la privación ilegal a la integridad física y psicológica del
padre Manuel; el Consejo Parroquial le exigió al presidente municipal y al
gobierno de Chiapas, que intervinieran inmediatamente, para liberarlo. Sin
embargo, como ya es su costumbre, el gobierno, nunca actúa por la justicia. Ya
en la noche, fue cuando liberaron al párroco Manuel, pero, no sin antes
obligarlo a firmar un documento, que la una de las condiciones es no denunciar
ante los medios de comunicación lo que le hicieron. A pesar de que el párroco haya firmado un documento obligado,
tuvieron que salir de prisa del ejido Puebla, porque, las autoridades y los
jóvenes paramilitares, amenazaban de nuevo de retenerlo.
Esto
son algunos de los hechos violentos sufridos en día del intento del retorno de
las 4 familias católicas y de la retención al párroco Manuel Pérez Gómez.
Nuestra
conclusión al respecto son lo siguiente:
1)
Queda constatado
en México y el mundo, la reactivación de los paramilitares en el ejido Puebla y
de una posible masacre hacia las familias
católicas.
2)
Los hombres y
mujeres católicos están bajo amenazas y no pueden caminar e ir a trabajar a sus
milpas tranquilos, porque la situación en
ese ejido, ya es parecido como en los hechos previos de la masacre de Acteal.
3)
Las familias que
no pudieron retornar, viven sufriendo en San Cristóbal de Las Casas y son
víctimas de una grave violación a sus derechos
humanos.
4)
La retención
ilegal del párroco Manuel Pérez Gómez, es un delito grave tipificado como
secuestro y privación ilegal de la libertad y
que no tiene se alcanza fianza por ello.
5)
El comisariado
ejidal y pastor evangélico Agustín Cruz Gómez y el agente municipal, son los
responsables directos de la
agresión a la caravana civil de acompañamiento del retorno y a los medios libres y la agresión verbal hacia
las compañeras de la caravana.
6)
El presidente
municipal de Chenalhó, José Arias Vásquez y el síndico municipal
7)
pudieron haber detenido fácilmente el problema
cuando empezó. Hoy lo han dejado crecer como algo muy grande y ahora, o no pueden
resolverlo o son aliados de Agustín Cruz y demás autoridades, como lo fueron las autoridades de
Chenalhó en el año de 1997, cuando era alcalde Jacinto Arias Cruz, excarcelado recientemente.
8)
También se vuelve
a confirmar la negligencia y complicidad del gobierno de Chiapas y de México,
en la paramilitarización y en el conflicto en Puebla; porque bien pudieran
ellos de aplicar la justicia a Agustín Cruz y a su gente. Pero, como estos
tipos de conflictos son parte de su guerra de contrainsurgencia, dejan que
actúen en total impunidad a los paramilitares, y cuando ya está bien confundida
la gente, hacen como que si aplican la justicia, y cuando la gente cree que el
gobierno, ya aplicó la justicia, él mismo libera a los paramilitares.
Hermanos
y hermanas; en lucha, los y las que también están trabajando por la justicia,
la paz, y que también están en la resistencia y construyendo autonomía, les
pedimos estén pendientes de lo que está pasando. Les pedimos que sean
portavoces y que difundan las graves violaciones a los derechos humanos que se
cometen en las comunidades de Chiapas.
Nosotros
y nosotras las pacifistas, aunque lo hemos hecho muchas veces inútilmente,
nunca perdemos la fe y exigimos a las autoridades dejar de apoyar, con su
acción y omisión, a los paramilitares y cumplir su trabajo que es hacer que se
aplique la ley. Y si no lo hacen los responsabilizamos a ellos de toda la
violencia que haya en Chenalhó.
Les
pedimos a las y los pastores evangélicos que no están de acuerdo con la actitud
violenta del comisariado y pastor Agustín Cruz y de sus demás hermanos en dicho
ejido, apoyen a la justicia y a la paz en el ejido Puebla.
Pero
a las y los pastores evangélicos que les gusta el dinero, el poder, calumniar a
sus hermanos y hermanas que no profesan su misma fe y que de alguna manera
están al servicio del mal gobierno; también les invitamos, a que piensen bien
su camino que quieren tomar.
Atentamente,
La voz de la Organización de Las Abejas de Acteal
Por la mesa directiva:
Rosendo Gómez
Hernández
Juan Gómez Ruiz
Antonio Vázquez
Gómez
Elías Gómez Pérez
Lorenzo Pérez
Ruiz
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