Parroquia de San Pedro Apóstol Mártir
Chenalhó, Chiapas, México.
A la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
A las Iglesias del Mundo
A la Prensa Nacional e Internacional
A los Defensores de Derechos Humanos Nacional e Internacional
A la opinión Pública.
Hermanos y hermanas:
El Pueblo Creyente de la Parroquia de San Pedro Chenalhó, en estos momentos difíciles de la construcción del Reino de Dios, queremos hoy platicar con nuestros hermanos y hermanas de Chenalhó y del pueblo de Dios en general. Vemos ahorita cómo está nuestro país y en especial lo que está por venir en nuestra tierra y territorio de San Pedro Chenalhó. Sabemos que como lo han manifestado diversas organizaciones indígenas y no indígenas, que aquí en Chenalhó quieren construir una ciudad rural como las de Santiago del Pinar y Nuevo Juan de Grijalva y también previstos en otros municipios del estado de Chiapas.
Nuestra misión como seguidores de Jesús es la misma Misión de Jesús: “El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para traer Buenas Nuevas a los pobres, para anunciar a los cautivos su libertad y a los ciegos que pronto van a ver. A despedir libres a los oprimidos y a proclamar el año de la gracia del Señor…Hoy se cumplen estas profecías que acaban de escuchar” (Lc. 4, 18-19. 21) Hermanos y hermanas, esta misión de Jesús nos toca vivir y hacer cumplir “hoy” en la situación que vivimos.
Los Obispo reunidos en Aparecida expresaron: Los pueblos Indígenas, están amenazados en su existencia física, cultural y espiritual… sufren graves ataques a su identidad y supervivencia, pues la globalización económica y cultural pone en peligro su propia existencia como pueblos diferentes. DA. 90.
Nos preocupa que el proyecto de las ciudades rurales se impongan y no se le consulte al pueblo si está de acuerdo o no, y si hace cierta consulta es a base de mentiras y omisiones, el gobierno no dice claro lo que trae realmente este megaproyecto si es para bien o para mal del pueblo por ejemplo no explica qué es la “Reconversión productiva” quienes son los beneficiarios de esta Reconversión. Las ciudades rurales no la inventaron los gobiernos estatal y federal de este sexenio, sino tiene su historia desde hace muchos años atrás, por ejemplo; desde la colonización de América Latina que en ese tiempo no se llamaban ciudades rurales, se conocían como reducciones, con el objetivo de hacer más fácil y eficiente el control de la población para cobrarle tributos (impuestos), utilizarla como mano de obra para las minas, las plantaciones (la más frecuente era la de caña de azúcar) y para la misma construcción de las ciudades de los españoles y por supuesto, para su control político y militar. Es verdad que entonces, así como ahora, se alegaba que también habría ventajas para la población directamente afectada; que la concentración poblacional permite brindarles “el acceso a los servicios básicos de agua potable, educación, salud, etc. Según para combatir la pobreza aquí en Chiapas.
Con esta breve explicación, nosotros los creyentes de Chenalhó nos lleva a la conclusión de rechazar definitivamente la construcción de las ciudades rurales. Porque está claro que este plan es para que abandonemos nuestras tierras y que empresas trasnacionales las ocupen y una vez que estemos concentrados nos puedan controlar y obligarnos a sembrar otros cultivos que ya no van a ser la milpa, el frijol, etc. Porque está muy claro en la publicidad que hace el gobierno en letreros gigantes que se ven de Chenalhó a San Cristóbal: Evita Incendios, cambia prácticas de cultivos. Sabemos que el gobierno ofrece mucho dinero para comprar las tierras, pero, la tierra es nuestra madre, Dios nos la ha dado. Queremos decirle al gobierno un pasaje bíblico del Antiguo Testamento que habla de la vida de un campesino que se llamaba Nabot: Nabot tenía una viña, el Rey Ajab dijo a Nabot: déjame tu viña para que me sirva de huerto para hortalizas, ya que está junto a mi casa. Yo te daré por ella una viña mejor o, si te parece bien, te la pagaré como es debido. Nabot le respondió: Líbreme Dios de que vaya yo a dar la herencia de mis padres….” (1Reyes 21, 1-16). Con la negativa de Nabot, después lo mandaron a matar, pero el profeta de Dios no se quedó callado.
Esta historia no se ha terminado. Los gobernantes actuales siguen despojando de las tierras de los campesinos, como les pasó a nuestros hermanos de San Salvador Atenco, cuando Vicente Fox les quería comprar sus tierras, pero los campesinos de Atenco se negaron y las defendieron. Pero el gobierno para vengarse de los campesinos, les inventó delitos y los condenó a más de 4 años de cárcel. Esto es un ejemplo de los tantos despojos y violaciones a los derechos humanos que sufren los pobres. Los obispos expresaron así: En las decisiones sobre las riquezas de la biodiversidad y de la naturaleza, las poblaciones tradicionales han sido prácticamente excluidas. La naturaleza ha sido y continúa siendo agredida. La tierra fue depredada. Las aguas están siendo tratadas como si fueran una mercancía negociable por las empresas, además de haber sido transformadas en un bien disputado por las grandes potencias. Un ejemplo muy importante en esta situación es la Amazonia ”. (DA 84)
Como Iglesia, siendo fieles a nuestra misión dada por Jesucristo, no podemos ser indiferentes ante esta situación: “si pretendemos cerrar los ojos ante estas realidades no somos defensores de la vida del Reino y nos situamos en el camino de la muerte”. (DA 358) “La Iglesia acompaña a los indígena en las luchas por sus legítimos derechos”. (DA 89) “La Iglesia no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia”. (DA385) y en nuestra asamblea pasada se tomó el acuerdo de: CUIDAR Y DEFENDER LA TIERRA.
Hermanos y hermanas de diferentes religiones, organizaciones y otros grupos sociales. Hagamos que se cumpla la palabra de Dios, la de trabajar por la verdad, y denunciar las injusticias. Les invitamos a abrir los ojos y su corazón. Juntos evitemos que se entreguen nuestras tierras en manos de los ricos y poderosos. El mismo Jesús dijo: Los reyes de las naciones se portan como dueños de ellas y, en el momento en que las oprimen, se hacen llamar bienhechores (Lc. 22, 25) Sigamos el ejemplo de Jesús que Él luchó contra las injusticias, se enfrentó con los emperadores para defender al pueblo esclavo, Él fue un liberador del pueblo oprimido. Esa lucha de Jesús no la veamos como una simple historia del pasado, porque él dijo: Hoy se cumplen estas profecías que acaban de escuchar”. Nunca es tarde para levantar la voz.
Atentamente
La Parroquia de San Pedro Apóstol Mártir
Por la Coordinación Parroquial :
Consejo Parroquial, Zonas, coordinadores y agentes de Pastoral
Ernesto Gutiérrez Pérez Tomás Pérez Arias
Alberto Pérez López Sebastián Jiménez Sántiz
Manuel Ortiz Gutiérrez Enríque Pérez Ruiz
Juan Sántiz Jiménez Vicente Ruiz Pérez
Agustín Ruiz Gutiérrez Mariano Gutiérrez Saramango
Victorio Pérez Pérez Miguel Pérez Sántiz
Antonio Pérez Sántiz Armando Pérez Paciencia
Miguel Vázquez Pérez Catarina Sántiz Guzmán
María Guzmán Gómez Alicia Gómez Gutiérrez
María Pérez Gómez Verónica Arias Pérez
María Pérez Gómez Albertina Pérez Pérez
Pedro Luna Ramirez Javier Guzmán Pérez
María Jiménez Ortiz Armando Santiz Gómez
Rafael Landereche Gómez Maria de la Luz Rodríguez López
Claudia Estela Gutiérrez Josefina Arteaga
Cristóbal Ruiz Arias Pbro. Marcelo Pérez Pérez; Párroco
-.-
Denuncia recibida:
Aspecto de Ciudad Rural en Santiago El Pinar, Zona Altos de Chiapas:
Información de contexto:
Federico Villagrán de Uruguay dice:
ResponderEliminarAgosto 14th, 2010 a las 18:56
Hermanos de Chenalhó : los felicito por sus palabras, por tomar el Evangelio de Jesucristo como un verdadero escudo y arma en defensa de la verdad para los pueblos originarios. Un día el Dios Blanco y barbado descenderá del Cielo como muchos ancestros indígenas lo profetizaron y El traerá justicia al mundo y sus hermanos los indigenas le construirán una Santa Ciudad
Yo estoy de acuerdo con estas ciudades. Que prefieren vivir como mendigos, son nuevos tiempos. Habra trabajo para todos. Las tradiciones no sirven para nada si no para que los gobernantes se aprovechen de uds. Ojala y haya escuelas preparatorias y universidades para que salgan de ese mundo tan atrazado en el que viven.
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