Diócesis de San Cristóbal
de Las Casas
28 de noviembre de 2017
A
todas las personas creyentes
A
personas de buena voluntad
A
la opinión pública
A
las autoridades federales y estatales y municipales
Al
Congreso del Estado
Al
Poder Judicial del Estado
Los que formamos el Consejo de
Pastoral de la Diócesis de San Cristóbal, expresamos nuestra
profunda preocupación por la situación que prevalece y se agrava en
la zona limítrofe entre los municipios de Chalchihuitán y Chenaló.
Por problemas de disputa de
colindancia, generados por intervención inadecuada de la Secretaría
de la Reforma Agraria en 1973, grupos armados ilegales han provocado
un ambiente de terror en las comunidades del municipio de
Chalchihuitán, provocando el desplazamiento forzado de más de 5000
personas, que se encuentran en condiciones de gran precariedad y
sometidas a la intemperie.
También hay más de 300
personas desplazadas del Municipio de Chenalhó.
La agudización del conflicto
tiene ya más de dos semanas y no vemos una acción eficaz por parte
de las autoridades para solucionar esta situación de emergencia
humanitaria, atender las necesidades inmediatas y la solución de las
causas.
Nos sorprende la impunidad con
que actúan los grupos armados, al grado de que ni la Policía ni el
Ejército han podido hacerse presentes para impedir la violencia, ni
para desarmar a quienes imponen su control del territorio y de la
población a través del miedo.
Como personas de fe
consideramos valores fundamentales la Vida Humana, la Justicia y la
Paz, así como el respeto a los Derechos Humanos, que están siendo
violados masivamente y con efectos graves en las condiciones de las
personas desplazadas, particularmente niñas, niños, mujeres
embarazadas y personas ancianas.
Se suma a esta situación el
peligro real de que derive en un enfrentamiento armado que tendría
consecuencias gravísimas, a 20 años de la Masacre de Acteal.
Pedimos a las autoridades de
los tres niveles el cumplir con su obligación de velar por la vida
de la personas afectadas, que garanticen la seguridad de quienes
llevan ayuda humanitaria, que se aboquen a la solución de las causas
y no dejen impunes los delitos cometidos.
Convocamos a las
organizaciones eclesiales y de la Sociedad Civil a una solidaridad
efectiva y que haga accesible a la población afectada, de inmediato,
los servicios médicos y medicinas, la alimentación, el vestido y la
protección ante la inclemencia del clima que se requieren con
urgencia.
Por supuesto también
exigiendo justicia a las autoridades y que, de inmediato, intervengan
y atiendan esta grave situación.
Por parte de la Diócesis
continuaremos el esfuerzo para hacer llegar la ayuda humanitaria, con
la coordinación de Cáritas y para dar a conocer la situación a la
opinión pública nacional.
Que el reconocer a Cristo en
las víctimas, inspire nuestro caminar hacia ellas.
“Porque tuve hambre y me
diste de comer, tuve sed y me diste de beber….”
(Mt 25, 35 ss.)
Consejo Diocesano de
Pastoral
Diócesis de San Cristóbal de Las Casas
Mons. Felipe Arizmendi Esquivel
Pbro. Luis Manuel
López Alfaro. Hna. María del Refugio
Esparza Macías MIF
Pbro. Víctor Manuel
Pérez Hernández Pbro. José Bartolomé Gómez Martínez
Hna. María Rosa
Ramos Martínez Alfonso Pánfilo González Morales
Pbro. Marcelo Pérez
Pérez Hna. María Guadalupe Huet Bolom
Lorenzo Gómez
Ruiz Lucila Díaz Flores
Hna. María
Guadalupe Acatitla Méndez Pbro. Gabriel Herrera Zepeda
Pbro. Felipe
Francisco Ramos Osuna Valentín Núñez Gómez
José del Carmen
Méndez Izquierdo Fray Gonzalo Ituarte Verduzco O.P.
Comentarios
Publicar un comentario
Es de suma importancia saber de tu palabra ya que con ella se enriquece nuestro corazón.